Sigo con la serie de post sobre esa bomba llamada GDPR que ha caído sobre nosotros (con) previo aviso. En esta ocasión quiero centrarme en los formularios que pueblan las páginas web. Este es uno de los puntos más sensibles, dado que a través de ellos conseguimos datos personales del usuario (aunque solo sea el nombre y el correo).

¿Cómo adaptar tus formularios a la GDPR?

A partir de ahora antes de que un usuario te envíe cualquier información a través de un formulario deberá darte un consentimiento expreso para el tratamiento de sus datos. ¿Cómo conseguirlo? Pues cada formulario debe tener los siguientes elementos:

  • Un breve texto informativo con información básica sobre protección de datos. Lo que he dicho antes, que vas a hacer con la información que te envían a través de ese formulario.
  • Enlace a la política de privacidad para que el usuario pueda ver más información.
  • Casilla de verificación para que el usuario acepte tu política de privacidad. El formulario no podrá enviarse hasta que el usuario marque esta casilla

Puedes ver un ejemplo real en nuestro formulario de contacto.

Lo que quieren las autoridades es que el usuario sepa qué vas a hacer con sus datos y aceptarlo antes de enviar el formulario. Aunque personalmente no conozco a nadie que se lea la política de privacidad antes de enviar un formulario.

¿Qué formularios hay que adaptar?

Quien más quien menos tiene un formulario de contacto en su web, los más habituales son:

  • Formulario de contacto
  • Formulario de comentarios
  • Formulario de suscripción

Pero como digo cualquier formulario que recoja información personal de los usuarios está sujeto a estos cambios.

Soluciones extremas

La GDPR está generando una gran incertidumbre entre blogueros y webmasters. Los hay incluso que están eliminando cualquier formulario de su web para recopilar el menor número posible de datos de los internautas. Es una opción válida si te web se lo puede permitir.

Por ejemplo puedes eliminar el formulario de contacto y poner solo una dirección de correo. Quizás el formulario quede más bonito, pero ambas opciones son buenas. También puedes prescindir de los comentarios si tu web apenas recibe o tus contenidos no son muy “comentables “. En este caso la elección depende de ti y tienes que valorar lo que ganas y lo que pierdes.

¿Cómo afrontas este cambio los formularios de tu web? ¿Te está dando muchos quebraderos de cabeza la adaptación a la GDPR? Cuéntanoslo en los comentarios.

Te deSEO un buen día,

William Penguin