Es muy difícil que a lo largo de nuestra vida, todo salga según lo habíamos planeado, sin encontrarnos en nuestro camino ninguna dificultad ni cometer ningún fallo.

Las personas cometemos errores continuamente, es uno de los gajes de la vida en este constante ciclo de aprendizaje. No somos máquinas, no somos perfectos, y aunque lo sabemos, en algunos aspectos de nuestra vida como en el plano laboral, nos da miedo cometer errores porque pensamos estar demostrando ineficacia, y una mala imagen no favorece a tu carrera profesional.

Pero nada más lejos de la realidad, no hay que tener miedo a equivocarse. Lo realmente importante es aprender de esos errores, para así no volver a cometerlos en el futuro, a través de ellos ganarás experiencia, siempre que sepas aprovechar la situación. Esto no quiere decir que cometas errores porque sí, si tienes la suerte de no cometer ninguno en tu vida… perfecto, pero ya que la lógica dice que lo harás, por lo menos saca un beneficio de todos y cada uno de ellos.

 

Para que seamos conscientes de que fallar forma parte de nuestra vida diaria, y que además nos puede ayudar a mejorar, tendríamos que tener en cuenta algunos aspectos como:

La perfección es una meta (no un método operativo). Métetelo en la cabeza: podemos cometer errores, de hecho… ¡Así aprendemos! Si fuésemos máquinas, todo sería más fácil, pero no tendrías la oportunidad de destacar.

Fijarnos en nuestros errores. Tienes que ser consciente de los errores propios, si centras tu atención desarrollarás ese hábito, para en el futuro, no volver a fallar en lo mismo. Falla en algo distinto… y en lo que necesites mejorar. Como decía Samuel Beckett – «Equivócate, equivócate y vuélvete a equivocar pero cada vez equivócate mejor».

 

Aceptarlos. Muchas veces aún habiendo fallado, no somos conscientes de ello, por eso, a veces, es importante que otra persona nos de una visión objetiva de la situación. La opinión de los demás puede darnos pistas a la hora de ver nuestros fallos, que nos abran los ojos. Sea o no sea un ataque de esa persona, cualquier opinión te ayudará a crecer y a hacerte más fuerte.

 

– Algunos errores pueden ser positivos: cuando cometemos un fallo nos ponemos automáticamente en lo peor. Muchas veces en la solución está el beneficio. Debemos pensar en ellos no como algo que nos hace peores que el resto, sino buscar en el error la oportunidad de ser mejor que ellos.

Hay que levantarse: La vida es levantarse tras una caída, no vale de nada lamentarse de la situación. Analiza como llegaste a ese punto, y evita lo que no estuvo a tu favor, si cometes otro fallo al menos que sea diferente. La gente que hace lo mismo una y otra vez, y encima falla, van por un camino sin metas.

 

Existe un montón de literatura sobre el tema, estos consejos, son sólo algunos que considero fundamentales.  Me gustaría que reflexionaras sobre el siguiente comentario de Robert Kiyosaki: “Tengo mucho dinero porque estuve dispuesto a cometer más errores que la mayoría de la gente y aprender de ellos. La mayoría de la gente no ha cometido suficientes errores o continúa cometiendo los mismos errores una y otra vez. Sin errores y sin aprendizaje no hay magia en la vida”. Recuérdalo siempre, ¡no pasa nada por equivocarse, sólo debes intentar aprender de ello! Los errores siempre aparecerán en nuestra vida, tanto personal como laboral, pero si los enfocamos correctamente el beneficio lo percibiremos de distintas maneras.

Javier González – Director de Ventas y Servicios Corporativos.