En un mundo dominado por internet se suele abusar del uso del correo electrónico. Es una herramienta muy útil, a estas alturas nadie puede poner eso en duda. Sin embargo, tampoco se puede negar que una llamada telefónica es algo mucho más personal y cuando un comercial lo hace bien suele ser más fructífera que un email.

Si te has propuesto vender, convirtiéndote en un gran vendedor. Obligarse a ocupar unas horas al día a hacer llamadas telefónicas a posibles clientes es un ejercicio fundamental para avanzar en esta tarea.

Algunos hábitos resultan muy favorecedores en el momento de aumentar de la efectividad.

1. La creación de un guion: nos dará indicaciones para saber en qué punto de la conversación estamos. Este guion debe ser un documento vivo que se nutra e implemente de cada conversación telefónica. En el introduciremos las objeciones que nos den nuestros prospectos y las posibles respuestas que se nos ocurran.

2. Mantenerse sereno: Cada llamada es una oportunidad de venta. Y estar nervioso no aporta nada halagüeño en una conversación. En el mejor de los casos parecerás desesperado por vender (y cuando se está desesperado por vender, no se vende).

3. Recuerda “no hay dolor”: Cuando llames olvida cualquier clase de temor a ser rechazado. Utiliza esa experiencia para prepararte para la siguiente persona que se comporte de forma similar.

4. Sé natural: Tenemos que evitar ser monótonos y repetir lo que se dice. Debemos guiar la conversación como lo que es, una conversación, hay que ser natural y hablar de forma que se nos entienda.

5. Explicar el motivo de la llamada: Hay que hacerlo de forma concisa, presentándolo como una solución excelente para cubrir alguna de las necesidades que atañe al prospecto.

6. Ser educados en todo momento: En una llamada de venta da igual si estas de mal humor o que te responda una persona borde. Tu eres el vendedor por lo tanto no puedes perder la compostura y debes mantenerte con una actitud educada en todo momento.

7. Concreta: Si te citas con tu prospecto para convertirlo en cliente, concreta todo, que día, a qué hora, donde… Y es conveniente recordarle la cita el día antes con otra llamada o un mail.

8. Una despedida cortes: Agradece el tiempo que se te ha dedicado y confirma la próxima cita.

9. Seguimiento: Llama para saludar con asiduidad, interésate por los avances en los temas comentados en anteriores conversaciones.

Recordemos que para que una llamada de índole comercial sea buena no se debe poder identificar como tal. La práctica continuada de este tipo de hábitos te ayudará a mejorar vuestra técnica.