CPC o Coste por clic, es un método de facturación de publicidad en internet en la que el anunciante paga por cada clic que reciben sus anuncios en una web determinada (ofertante del lugar publicitario) que los muestra a sus visitantes a través de un enlace texto, video o banner. Un ejemplo perfecto de redes de publicidad que utilizan este método son: AdSense y Google AdWords.
¿Qué es el CPC? ¿Cuál es su función? ¿Cómo aplicarlo en tu estrategia de marketing? Te lo contamos a continuación.
Significado del CPC
Entre el lenguaje técnico del marketing digital se tienden a utilizar muchos anglicismos y siglas cuyo significado es desconocido para los que no tienen experiencia en el mundo del marketing. CPC es uno de los términos más habituales cuando hablamos de publicidad en internet.
CPC, siglas que se corresponden al método de publicidad en internet conocido como Coste por Click. En inglés también se le conoce como Pay Per Click o PPC, que en español quiere decir Pago por Click.
El origen de esta modalidad de pago se atribuye a una presentación realizada por Jeffrey Brewer en nombre de la compañía Goto.com (más tarde Overture y que actualmente forma parte de Yahoo), en una de las famosas charlas TED (Tecnología, Entretenimiento, Diseño) en febrero de 1998.
Pero el CPC no es el único método de pago por publicidad en internet que existe. También se encuentran el CPM (Coste por mil o pago por cada mil clics dados a un anuncio), CPA (Coste por acción, no basta sólo con el clic, el objetivo es que el usuario ejecute una acción; ejemplo: descargar una guía) y una menos utilizada, el pago único (pago fijo por un anuncio que suele ser muy económico).
Para qué sirve el CPC
El CPC sirve para generar activos o ganancias tanto para el anunciante como para el propietario del espacio publicitario. Ya que este último recibe un pago por cada clic hecho en el anuncio publicado en su web. Por su parte el anunciante amplía sus posibilidades de vender sus productos y servicios al mostrarlos en distintas plataformas digitales.
Cómo funciona el CPC
El funcionamiento básico del CPC consiste en que, por cada clic dado por los usuarios a un anuncio, la web a cargo de la publicidad recibe un pago o comisión fijados, en general, por el anunciante.
El anunciante no sólo fija los costes, sino también puede fijar los parámetros bajo los cuales se harán sus publicaciones (caso de Google AdWords). Es decir: el sitio en la web dónde se pondrá el anuncio, el material a publicar, el volumen de la campaña (si serán muchos o pocos anuncios) y en cuanto a los costes, estos dependen de la calidad de la página ofertante. Si esta tiene gran cantidad de suscriptores y visitas, el precio por publicidad es más elevado.
Cómo aplicar el CPC a tu estrategia de marketing
El CPC se ha convertido en uno de los sistemas de compra de anuncios digitales de uso más extendido en la actualidad. Básicamente por su manejo relativamente sencillo y porque los costes no dependen de que el usuario compre o contrate el producto-servicio, sino que simplemente haga clic en el anuncio (aunque luego no compren el producto). En resumen, se paga no por el cliente final sino por el potencial cliente.
En las redes sociales como LinkedIn Ads, Twitter Ads, Bing Ads o Facebook Ads, el CPC se ha vuelto muy popular. Ya que permite crear series de anuncios que ofertan productos y servicios determinados; después se establece el coste por Clic y el anunciante cobra por cada interacción hecha por los usuarios.
Sin embargo, para que una campaña de marketing basada en CPC sea exitosa, es primordial que prime la calidad. De ahí la importancia de tener en cuenta los siguientes aspectos:
- Es importante contar con las métricas reales del número de visitas que generalmente recibe la web. Esto facilita fijar costes.
- Darles un uso apropiado a las palabras claves o keyword asociadas a los anuncios. Ya que estas deben estar por completo relacionadas al producto o servicio ofertado.
- Verificar que arrojan los motores de búsqueda sobre las palabras claves a utilizar. Ya que esto permitirá determinar el comportamiento de búsqueda de los usuarios.
- Crear series de anuncios por temática; es una táctica interesante, ya que al crear listas temáticas de keyword y grupos de anuncios, Google les da más relevancia. Generando así una campaña de buena calidad.
- Si se trata de optimizar las CPC, se puede hacer uso de CTA para invitar a los usuarios a realizar una acción.
- Finalmente, no cabe preocuparse tanto por la cantidad de clics recibidos, sino por el origen de estos. Ya que, si las estadísticas arrojan que estos provienen del buscador de Google y no meramente de una campaña de banners, es un indicativo de que el usuario podría convertirse en un cliente, debido a que buscó información relacionada a la campaña por sí mismo.
Ejemplo del CPC
Una empresa de venta de productos de línea blanca, publicita sus productos a través de una estrategia de marketing basada en CPC. El anuncio se ha visualizado 1.000 veces y la plataforma web de la empresa ha recibido 50 visitas producto de la publicidad del anuncio. Si el coste por cada clic equivale a 0,25 €; por cada 50 clics recibidos dará un total de: 12,5 €.
Una empresa de bienes raíces realiza una campaña específica CPC para el arriendo de tres departamentos en las adyacencias de cierta ciudad. El coste del clic equivale a 0,50 €; el anuncio se mostró 500 veces y ha recibido 20 clics, lo que arroja un total de 10 €. Pago que se le efectuará al propietario del espacio publicitario.
Se observa que el coste en ambos ejemplos varía y es lo usual en la realidad. Ya que el mismo depende de los diversos factores mencionados en puntos anteriores.
Qué objetivo cumple el CPC en tu estrategia de marketing
El objetivo del CPC en una estrategia de marketing es conseguir la mayor convertibilidad de clientes a través de los anuncios que se realizan en una plataforma web. Bien implementada, puede rendir buenos frutos. Aunque siempre se debe tener en cuenta su principal desventaja: un clic no necesariamente implica la acción esperada, ya que el usuario, así como entra a la web, puede salir sin siquiera adquirir lo ofertado.