Brainstormer, los vendedores que nacen y se hacenEn cada blog que entro a curiosear, sale a la luz el polémico tema del emprendedor ¿Nace o se hace?… ¡Ay, Dios bendito! ¿De verdad seguimos con esto? ¿Qué fue primero el huevo o la gallina?… ¿De dónde venimos?… ¿A dónde vamos?… ¡Por mi parte se cerró la discusión! Hay algunos que nacen y otros que por suerte o necesidad se hacen, así de claro, y como todo en esta vida, a aquel que esta vocación le venga de serie, tendrá más facilidades a la hora de aprender y formarse como tal. Pero aunque cuentes con esta ventaja, la experiencia y la confianza son dos aspectos claves a tener en cuenta a la hora de embarcarse en una aventura empresarial.

Existen ciertos puntos en el temario del emprendedor, que se deben tratar con urgencia en cualquier alma que decida abrir un nuevo negocio:

  • Imagen: A la gente le da pánico tratar este tema en concreto. No te voy a decir cómo te tienes que vestir, ni que te quites los piercings, te cortes el pelo…porque ya te lo dijeron en casa y ni caso. Ahora, te digo una cosa, las estrellas de rock van así porque son estrellas del rock, no es que lo hagan bien, ¡es que lo hacen tan bien que se pueden permitir el lujo de salir de casa en pijama! Y la gente seguirá comprando sus entradas. Si no fuesen tan ricos y famosos, serían únicamente personas gritando  encima de un escenario, y en pijama… Por eso te digo que dependiendo del tipo de negocio en el que trabajes, debes tratar de adaptarte completamente a tu objetivo, y dejar ciertos looks propios para tus momentos de ocio.
  • Socios: La estrategia básica es posicionarte como el tonto del grupo a toda costa, si localizas un socio mas tonto que tú abandona el proyecto sin más dilación, ya que sin duda será un fracaso, en serio, tiene que cundir el pánico. Si pasa esto, monta el negocio sólo o empieza a buscarte otros socios, porque ahorrarás mucho tiempo y a la hora de elegirlos, recuerda que para que salga bien, todos tienen que aportarte algo diferente y complementarse entre sí. “Júntate siempre con gente más inteligente que tú” (Mi abuelo, un genio).
  • Financiación: ¿Crees en tu proyecto? Hay millones de blogs que te informan sobre fuentes de financiación. Haz lo que tengas que hacer, pero si crees en tu proyecto, el dinero o lo que necesites para ponerlo en marcha tiene que aparecer. Orson Welles, para hacer su primera película, Ciudadano Kane, vendió todas sus posesiones, se endeudó hasta las cejas, pidió créditos, préstamos y subvenciones, pidió favores, dinero a familiares y vecinos, hizo tratos con los actores para películas posteriores, pintó sus decorados y le podemos ver actuando en su propia película. Nunca dejes de pensar en grande, pero sé creativo con el low-cost sin mermar la calidad.
  • Gastos: ¡Externaliza! Si no lo estás haciendo, hazlo ya porque es la verdadera clave. Externaliza todo, pide informes mensuales, semanales, diarios, por hora, pero a todo lo que no te dediques directamente, externalízalo. Gracias al trabajo de muchísimas personas, el mundo está plagado de una oferta de productos y servicios colosal, y casi todos, mal que bien, chapurreamos el inglés. Con todo esto, unido a Internet, ya no hay fronteras a la hora de elegir los precios o formas de pago que más se adecuen a tus necesidades.
  • Mentalidad: Doble-pensar, es un término que se inventó George Orwell en su obra “1984”. Debes tener una mentalidad dual, no exactamente como el libro cuenta, pero algo parecido, principalmente debes sentirte a gusto en tu propia piel, ser capaz de dejar a un lado todas esas dudas y miedos que surgen frente a determinadas situaciones mientras tomas de forma rápida decisiones que quizás no son las más cómodas pero si las más efectivas.
  • Recuerda “el momento”: Sé de buena tinta que ya te es imposible desconectar, que estás inmerso en tu proyecto, y que en tu cerebro se dibuja un paisaje en el que sólo tú y tus socios os sabéis mover. Mi consejo es que en ese paisaje siempre haya un hueco para “el momento”. “El momento” es ese espacio en el tiempo en el que se te encendió la bombilla, en el que viste todo claro. Escríbelo en un papel tal y como lo recuerdas, no sólo tu plan sino las sensaciones y sentimientos que tuviste. Repasa ese papel hasta  interiorizarlo. Esas sensaciones son parte de ti, y son las responsables de todos tus éxitos. Cuanto más grande sea ese trozo, mayores son las posibilidades de que todo te salga según lo ideado.
  • Código de Honor: ¿A dónde vas sin código de honor? Debes tener unas pautas a la hora de trabajar, no todo vale. Escribe tu código de forma que sea comprensible para todos, claro, y sencillo. Jamás trabajaría en una empresa que no tuviese un código de honor. ¡Ojo! Que además tengo que estar de acuerdo con lo que dice. Ya sabemos que el horno no esta para bollos y la cosa está muy mal, pero si no ponemos freno entre todos, lo poco que hemos avanzado para salir de la crisis se nos viene abajo. Así que si vas a montar una empresa del tipo que sea, aplícate el cuento.
  • Comunícate: Como si de un adolescente hormonalmente disparatado se tratase, tu empresa se tiene que enrollar con todos los que pueda (invierte tiempo en saber quienes son dignos de confianza). Si no te relacionas tú lo hará otro, y luego será más difícil.
  • Ambición perpetua: Sandro Benecci lo llama hambre, otros lo llaman “el poder”, el caso es que tiene que ser orgánico, tienes que sentirlo. Hoy más que ayer, mañana más aún, pasado más y más… y así sucesivamente cada día. ¡Una cosita imposible todas las mañanas, hará que se te abra el apetito del día!
  • Sé de fiar: Lo primero es organizarte para no fallar a la gente nunca. “Es que… al principio es difícil…” ¡Pues cómprate una agenda! a los clientes, proveedores y empleados eso les da igual. Y sé legal, no se la juegues nunca a nadie. Todos sabemos en donde acaba eso, gasolineras y licencias de taxis vendidas por manipulación de contadores, bares cerrados con multas astronómicas por vender garrafón, tiendas venidas a menos por mermar la calidad y un país de hipotecados generacionales, flipante…
  • La meta: la perfección en el trabajo con los mínimos recursos. No es cuestión de ser cutre, no te confundas. Se trata de que seas el mejor en lo que hagas con todo lo necesario, para dar el servicio como sabes que tienes que darlo, pero evitando precios excesivos, te la pueden colar un tiempo, pero mientras, tienes que haber buscado un sustituto. Aprende siempre de los errores, no tropieces dos veces en la misma piedra.

Estos son sólo algunos de los puntos en los que te debes de fijar para no perder el norte en cualquier aventura en la que te vayas a embarcar. Investiga en la red, en las bibliotecas y allá en donde puedas sacar información, el saber te da opciones y cuantas más opciones se tenga, antes se llega a la meta.

Julián de las Heras – Director General