En un principio me resultó un poco extraño el hecho de escribir un post acerca de las similitudes que existen entre el mundo de la empresa y del fútbol, pero la verdad, es que dada la gran afición por el futbol que hay en nuestro país, me pareció una manera rápida de dar a entender cómo funciona un negocio desde dentro, y cómo con esfuerzo, trabajo en equipo, confianza, motivación y dedicación se pueden hacer milagros. Eso sí, siempre y cuando sepamos gestionar un grupo con eficacia, y aún más importante, con eficiencia.

Puede no parecerlo, pero un equipo de fútbol tiene una estructura muy parecida a la de una empresa. Un entrenador que representa la figura del jefe o coordinador, en ausencia de los cuáles la empresa carecería de organización y metas, y unos jugadores que equivalen a trabajadores, sin los que no seríamos capaces de cumplir esos objetivos.

Tanto uno como otro, buscan conseguir sus objetivos, y para ello, es tarea del líder  tomar decisiones y tratar en todo momento de aumentar la motivación de la plantilla, sacándole el máximo partido. El buen líder es aquel capaz de motivar a su plantilla y hacer que cada miembro dé lo mejor de si mismo, teniendo siempre en cuenta que las personas que forman parte del grupo tienen características diferentes, y cada uno destaca en algo en lo que el otro no destaca. Deberá localizarlas y explotarlas, además de formar y gestionar su plantilla con la mayor eficiencia posible para lograr un correcto funcionamiento con los mínimos costes operativos

Lo más importante para conseguir el éxito es el trabajo en equipo.  En un equipo de fútbol, si no hay filosofía de equipo es imposible alcanzar los objetivos, si cada jugador trata de hacer la guerra por su cuenta los resultados no serán tan buenos como podrían. En una empresa pasa lo mismo. La cooperación entre trabajadores es clave, ya que es lo que determinará la capacidad de trabajo y reacción de la empresa.

Además, existen otras muchas características que un buen líder debe tener. Podría tirarme toda la tarde escribiendo y no terminaría así que me gustaría mencionar al menos tres que considero imprescindibles:

  • Ser un buen comunicador: una buena comunicación, sabiendo transmitir bien sus ideas, es realmente importante para que un equipo de trabajo, ya sea empresarial o deportivo, alcance el éxito. Debe saber comunicarse, tanto dentro de su grupo como con las personas de fuera del grupo, ya que, de nada sirve que sepa transmitir a su grupo, si luego no es capaz de venderse bien a terceras personas. Sobre todo, tiene que tener en cuenta que este cargo representa al equipo entero, y un comentario desafortunado en los tiempos que corren puede ser crucial.

  • Asumir la responsabilidad: cuando los resultados sean diferentes a los esperados, el jefe o entrenador, debe ser el único responsable de esas acciones quitando así responsabilidad y presión a sus jugadores o trabajadores. Un  buen líder ha de responder por las acciones de su grupo.

  • Rodearse de gente cualificada y buenos colaboradores: un buen líder debe tener a su alrededor a personas que sepan todo lo que él no sabe. No hay que tener miedo a tener a gente a tu alrededor que complemente tu sabiduría. Eso no es sinónimo de debilidad, sino una fortaleza, ya que estás demostrando que si algo no está a tu alcance vas a hacer todo lo posible para que deje de estarlo. En un equipo deportivo, es necesario que el entrenador se rodee de preparadores físicos, psicólogos, entrenadores de porteros…Lo mismo pasa en el mundo empresarial, si nos rodeamos de gente profesional y cualificada que domine aquello que nosotros no dominamos, hará crecer a la empresa y como consecuencia nosotros también creceremos.

Para acabar este post, quiero que por un momento pienses en  Pep Guardiola o José Mourinho. Son dos entrenadores que contienen todas estas cualidades que os he comentado, y hoy en día están considerados como los mejores del mundo. A nivel de clubes lo han ganado todo gracias a sus métodos, son el mejor ejemplo de cómo un entrenador debe manejar a sus equipos.

Imaginaros ahora una persona con esas cualidades al frente de vuestra empresa, ¿de verdad pensáis que no os irían mucho mejor las cosas? Yo creo que sí, y seguro que tú también lo crees.

Javier González – Director de Ventas y servicios corporativos.