Para ser un buen vendedor es importante tener claro el proceso de la comunicación. Y es que al fin y al cabo una de las asignaturas troncales de alguien que vende (o quiere vender) es la de comunicación. Un vendedor de primera debe ser capaz de intercambiar sentimientos, ideas, opiniones o cualquier tipo de información mediante el habla, la escritura, croquis o cualquier otro tipo de señales. Y encima controlar todo aquello que transmiten para lograr la venta.
Cuando comunicamos, enviamos un mensaje, y solo conseguiremos vender si transmitimos como es debido. En una comunicación se pueden distinguir los siguientes elementos
- El emisor, que es la persona que se encarga de transmitir el mensaje, eligiendo el/los código/s y canal que más le convenga en cada momento.
- El código, es el conjunto de signos o palabras que utilizamos para transmitir el mensaje.
- El canal, es el medio mediante el cual se canaliza el mensaje. El medio físico a través del cual se comunica el mensaje.
- El receptor, es la persona a la que va dirigida el mensaje.
- El contenido, es el/los mensaje/s que se quieren transmitir.
Un buen vendedor debe cuidarse de que su contenido sea comunicable, que el receptor pueda llegar a interesarse por el tema (por lo que debe adaptar el lenguaje para cada receptor) y que la situación sea la adecuada para transmitirlo.
Para que el proceso de comunicación sea realmente eficaz, no debemos olvidar que nunca el mensaje se consigue transmitir al cien por cien. Esto se debe a como el receptor percibe el mensaje. La personalidad, los valores, el status, los sentimientos y la educación son algunos de los factores que repercuten directamente en la percepción del mensaje.
Por lo tanto un vendedor de primera influirá y guiará la comunicación todo lo posible maximizando la percepción del mensaje por parte el receptor.