El otro día salí del trabajo bastante tarde del trabajo. De hecho, era ya de noche cuando enfilé el camino hacía el metro. Iba andando por un parque escasamente iluminado cuando se me acercó un tipo de aspecto siniestro. <<Pstt –me llamó–, ¿quieres un intercambio de enlaces?>>. Yo me hice el sueco y aceleré el paso, al tiempo que sacaba el móvil y mantenía el 091 marcado.

¿Por qué ese rechazo al intercambio de enlaces? Tras leer este post lo entenderás.

¿Qué es el intercambio de enlaces?

El intercambio de enlaces consiste, como ya habrás imaginado, en intercambiar enlaces entre dos webs. En otras palabras, tú pones un enlace a mi web desde la tuya y yo hago lo propio, una forma de promocionarse mutuamente, habida cuenta de la importancia que le da Google a los enlaces.

El intercambio de enlaces también llamado enlaces recíprocos, fue una de las prácticas de SEO más habituales hace unos años, pero hoy ha caído en desgracia y no solo no sirve de nada si no que además te puede acarrear una penalización por parte de Google.

Por qué el intercambio de enlaces es Black hat SEO

Te preguntarás que ha pasado para que el intercambio de enlaces pase de ser uno de los imprescindibles del ABC del SEO a la práctica más repudiada por Google. Es muy fácil de entender.

El objetivo de Google es ofrecer los mejores resultados en su buscador. Uno de los parámetros que más tiene en cuenta Google a la hora de posicionar un contenido es la cantidad de enlaces que recibe y la calidad de los mismos. Google sigue el siguiente razonamiento: si alguien está enlazando a esta página, es que la página es interesante.

Sin embargo, en el intercambio de enlaces alguien te enlaza no porque tu contenido sea interesante si no porque has prometido devolverle el favor. Este compadreo va en contra de las normas de calidad de Google, como habrás imaginado. Por eso en cuanto empezó a hacer una práctica generalizada, decidió ponerle fin.

A día de hoy, Google se ha vuelto muy duro con el intercambio de enlaces y, aunque la práctica se ha sofisticado de varias formas, la persigue activamente con cada nuevo algoritmo. En conclusión, fía tu política de linkbuilding a la calidad de tus contenidos y no al engaño.

Te deSEO un buen día,

William Penguin.