Tienes un email.
Todas las mañanas cuando abro mi bandeja de correo electrónico descubro unos cuantos mensajes publicitarios. No tardó demasiado en borrarlos, si es que el filtro antispam no se ha encargado de almacenarlos directamente en la carpeta de correo no deseado.
Podría dar varias razones por las que borro ese tipo de mensajes, pero casi todas apuntan a lo mismo. Simplemente no veo nada que me interese en ellos. La gente que me escribe para venderme algo lo hace rematadamente mal. Una pena, porque el mailing marketing es una de las herramientas más poderosas con las que cuenta un comercial. Yo mismo he realizado varias campañas de mailing masivo, me atrevería a decir que moderadamente exitosas. Es por eso que, basándome en mi propia experiencia, me atrevo a daros una pequeña lista de consejos para que vuestras campañas de mailing masivo sean realmente efectivas.
- Apunta antes de disparar. No envíes 1000 correos electrónicos a 1000 direcciones completamente al azar solo porque creas que por simple azar a alguna de ellas “picará”. No es así como funciona. Es mejor que hagas una lista de 100 direcciones (100 es por decir una cifra, pueden ser más o menos) de personas a las que de verdad creas que les pueda interesar.
- Personaliza el mensaje. Sé que lo fácil es enviar exactamente el mismo mensaje estándar a toda tu lista de correos, pero eso te hace perder completamente el factor “cercanía”, tan determinante en el marketing. Puedes hacer una plantilla y adaptarlo para cada contacto. Puede bastar con que simplemente pongas el nombre del destinatario y alguna referencia a su empresa o negocio (estoy dando por hecho que el correo es para venderle algo a la empresa del destinatario).
- La clave es el asunto. Por supuesto no hay que enviar ningún correo sin asunto, porque el receptor lo eliminará a las primeras de cambio si no es de una dirección conocida. Entonces, ¿Qué poner en el asunto? Desde luego nada de mayúsculas, exclamaciones o expresiones como “superoferta”, “no te lo puedes perder” o “información de gran interés para su empresa”. Cada maestrillo tiene su librillo, pero yo solía poner algo como: Descubre nuestro servicio de posicionamiento web para (nombre de la empresa del destinatario). El recurso de citar el nombre de la empresa en el asunto en vez de poner algo como “su empresa”, hace que el destinatario se sienta confiado a la hora de abrirlo (hay menos posibilidades de que nos tomen como spammers) y, por qué no, intrigado por el contenido de nuestro correo
Para no alargar demasiado este post, continuaré con la lista la próxima semana.