Todos hemos oído aquello de “bienvenida la publicidad, aunque sea mala”. Creo que nada más lejos de la realidad. Si no fíjate en el célebre caso de #caraanchoa. ¿Te acuerdas? Su desafortunado vídeo le hizo famoso de la noche a la mañana, pero la publicidad ha sido tan negativa que se ha visto obligado a dejar las redes sociales y ahora le piden 500.000 euros de fianza. Tenemos sobradas muestras del poder amplificador de Internet, donde cualquier desliz puede convertirse en una especie de muerte social. ¿Cómo lidiar con la mala prensa en Internet? Estos son mis consejos:

Consejos para reaccionar ante la mala prensa en Internet

Déjalo estar

Si la información es insignificante (“me han dejado el flequillo más corto de lo que quería”, por ejemplo), es probable que se convierta en una de esas noticias que se olvidan rápido, o que no sea noticia en absoluto. En estos casos cualquier reacción por tu parte podría darle bombo a un  asunto nimio.

No agraves la situación atacando el autor. Lo más probable es que sólo consigas más atención negativa, agravando la situación. Siempre trata el tema con profesionalismo y aplomo.

Deja las cosas claras

Si el artículo es incorrecto o tiene un sesgo injustificado en contra de tu marca, ponte en  contacto con el autor para ofrecerte cortésmente a dejar las cosas claras. Probablemente esté abierto a escuchar tu punto de vista. Si hay errores flagrantes, pide una corrección publicada. Proporciona los suficientes detalles para argumentar tu punto de vista (decir simplemente que algo no es cierto no servirá para que te crean).

Si no se puede establecer contacto o una relación favorable con el autor, escribe una carta abierta a la publicación (puedes mencionarle en Facebook, Twitter o cualquier red en la que estés).

Responde públicamente

Incluso si tienes la oportunidad de comunicar tu punto de vista al autor, no dejes de dar tu versión en tus redes sociales. Publica tu respuesta a la polémica en tu sitio web y tu blog, junto con la cuenta de Twitter, Facebook y LinkedIn.

Las historias pueden propagarse rápidamente y por lo te recomiendo hacer frente a la situación de inmediato para minimizar el daño potencial a tu reputación de marca. El tiempo de reacción también demuestra que te preocupas. En cambio el silencio puede sugerir apatía, que es lo último que quieres comunicar.

De cualquier modo, antes que resolver el asunto en público en Facebook o Twitter, a veces es mejor enviar un mensaje privado al autor de la información negativa para ver cómo se puede solucionar el problema.

Te deSEO un buen día,

William Penguin.