En los últimos tiempos la imagen y reputación de marca están cada vez más a menudo en boca de todos. La aparición de empresas capaces de llevar la imagen de marca a su máxima expresión ha convencido a muchas empresas de que es algo en lo que merece la pena invertir si queremos obtener unos resultados sobresalientes.
Ahora, la pregunta que me gustaría lanzar es, ¿Qué clase de empresa te gustaría ser?, porque existen millones de empresas y cada una es capaz de posicionarse en el mercado por distintas variables que las diferencian o hacen igual al resto. Aquí tenéis algunos de los tipos de empresa que actualmente se encuentran en el mercado.
– Innovadora: Aquellas empresas que basan sus productos en innovar y hacerlos diferentes a los de la competencia. Suelen requerir de una gran inversión para hacerlos funcionar, pero una vez instaurados en el sistema, se convierten en referentes.
– Una más: Empresa que se contenta con ser una más en el mercado, saben que existe competencia más barata y más cara que ellos y con calidades mejores y peores, pero creen que existe un pastel y ellos siempre serán capaces de comerse un trozo. Últimamente, este tipo de empresas están sufriendo más y más, cada vez es más difícil conseguir una cuota de mercado representativa y eso se nota en los balances finales.
– Honorable: Empresas con código de honor, cuando un nuevo producto o servicio llega a sus manos les gusta testarlo porque la imagen de su empresa está en juego; muchos autónomos y PYMES pueden ser englobados en este mercado ya que piensan que como ellos, no puede hacerlo nadie. Bien utilizadas pueden llegar a ser empresas muy bien posicionadas en el mercado, la clave está en que nuestros clientes nos conozcan y sepan que nuestra filosofía es la de trabajar por ellos.
– Overprice: Muchas compañías – sobre todo las que actúan como intermediarias – basan su negocio en hacer overprice, o lo que es lo mismo, coger un producto que ya se encuentra en el mercado a cierto precio y aumentarlo para hacerlo rentable. Sus desventajas son palpables, el cliente percibe que el precio es alto y puede llegar a averiguar el precio real del producto que obviamente será menor, de esta manera podrá sentirse defraudado y dejar de trabajar con nosotros.
– Deshonorable: Una empresa que vende sus productos a diferentes precios dependiendo del cliente que los solicite. Nuevamente, el cliente puede llegar a sentirse engañado ya que los precios deberían estar unificados, la discriminación de precios siempre tiene una connotación negativa y debemos evitarla en todo momento.
– Precio: Empresa que basa su estrategia de ventas en el precio. La calidad puede llegar a estar en un segundo plano pero basa su área de negocio en captar clientes que no estén tan interesados en que la calidad sea la óptima. Algunas empresas destacan sobre la media de esta categoría reduciendo precios pero no calidades y actuándo simplemente a volumen.
Si tienes pensado crear una empresa ten en cuenta estos consejos antes de elegir cuál será tu imagen ya que de ello dependerá, en gran parte, el futuro de tu empresa. En próximos post hablaré en más profundidad sobre cada una de ellas y de que manera pueden beneficiar a tu empresa.