Caso real: Fulanito de tal contrata los servicios de SEO para su web. Fulanito es carnicero y quiere posicionarse por la mejor carne de madrid. Fulanito de tal se ha decidido tras ver a un tipo que anunciaba posicionamiento SEO de la mejor calidad por 20 euros al mes. Una autentica ganga incluso entre todas las ofertas de SEO barato que existen en la red.

Los SEOs que ha contratado por tan poco no le dan ninguna explicación de lo que hacen, ni reportes mensuales ni nada parecido, pero a Fulanito le da igual siempre que funcione; por suerte parece que lo hace.  Fulanito de tal cree haber hecho muy buen negocio, y se ríe de los pringaos que pagan cifras de dos ceros existiendo ofertas de SEO barato.

Lo importante es que fulanito busca la mejor carne de madrid y se ve en los primeros puestos. Hace la búsqueda día a día para comprobarlo (bueno, y para subir su autoestima). Pero un día Fulanito busca y no se encuentra en el primer resultado, ni siquiera en la primera página. Asoma tímidamente en la segunda. Fulanito de tal intenta mantener la calma, después de todo las fluctuaciones en el SEO son habituales (o eso le han dicho). Se mantiene en segunda página un par de días más, luego sencillamente desaparece y cada vez hay que mirar más páginas de resultados para encontrarla. Alarmado, llama a los SEOs que contrató. Estos les dan unas vagas explicaciones que no logra entender del todo. Usan términos muy técnicos que le confunden. El caso es que las cosas no paran de empeorar y llega un momento en el que los SEOs ya ni le cogen el teléfono (a pesar de que él sigue pagando religiosamente).

Finalmente decide cortar su relación comercial con los SEOs que había contratado. ¿Qué hacer ahora? Fulanito se pone a investigar por su cuenta para averiguar cómo ha podido pasar de la cima al subsuelo. Todo lo que lee en Internet apunta a que su web ha sido penalizada por Google, pero ¿por qué? Entonces investigando descubre enlaces a su web desde un montón de webs extranjeras: sitios en chino que inspiran poca confianza.

Por lo que lee, tendrá que hacer una limpieza de enlaces. Contrata una empresa de SEO seria, aunque le cueste más de lo que gastaba antes. Pasará bastante tiempo antes de que su web vuelva a ver los primeros puestos. Fulanito de tal se ha convencido a las malas de que las ofertas de SEO barato muchas veces salen caras.

El principal problema es que la gente de la calle aún no tiene muy claro que es eso del SEO. Yo mismo he tenido grandes problemas para explicar a mis amistades (y a todo el que me pregunta) a qué me dedico. Por eso muchas de las empresas que quieren un servicio de posicionamiento web no saben valorar los servicios de un buen SEO. Tampoco ayudan las ofertas de SEO por 50 euros al mes que se ven en algunos portales. Pagar esa cantidad significa simplemente que no va a haber un  buen servicio. Como mucho optimizarán alguna palabra clave y poco más. Claro que a un cliente que no sepa realmente en que consiste el SEO es muy fácil venderle la moto.

Por eso los que nos dedicamos a este mundillo tenemos que hacer una intensa labor pedagógica. Explicarle a la gente que el SEO debe definir toda una estrategia, y que eso lleva tiempo y recursos (lo que al fin y al cabo es dinero). Por eso conviene desconfiar de los SEOs demasiado baratos o de los planes de posicionamiento web sospechosamente económicos. Hay que hacer valer nuestra labor.

Te deSEO un buen día,

William Penguin