telemarketing

El telemarketing ahorra mucho tiempo y dinero.

Por diferentes motivos, el telemarketing es una de las estrategias de venta más utilizadas a día de hoy. Aparte del telemarketing existen básicamente otras dos formas de venta: la venta directa (el clásico ir de puerta en puerta ofreciendo sus productos) y el mailing.

El telemarketing o venta telefónica tiene varias ventajas con respecto al método tradicional de venta de puerta en puerta. Son las siguientes:

  • Es más rentable. Solo se necesita un teléfono y una tarifa plana. Durante el tiempo en el que un comercial ha visitado tres establecimientos de la misma para vender algo puede haber hecho hasta diez llamadas. Por tanto se gana tiempo y se ahorran costes de desplazamiento.
  • Se puede llegar a más clientes. Si tu empresa está en Madrid no hace falta que mandes a un comercial a Barcelona para vender allí, puedes usar el telemarketing.

Frente al mailing la principal ventaja es la de poder entablar una conversación con el cliente. Las campañas de mailing permiten un mayor alcance, pero no puedes saber cuánta gente ha visto el correo. En cambio con el telemarketing consigues hablar directamente con el cliente, lo que te permite conocer de primera mano sus impresiones y saber si hay posibilidades de venta.

Entre sus desventajas, podría decirse que algunos puristas prefieren el trato cara a cara con el cliente. El telemarketing estaría a medio camino entre la venta directa y el mailing. Tiene más alcance que la venta directa, pero menos que el mailing, y por el contrario es más personalizado que el mailing pero algo menos que la venta directa.

Por todas esas razones algunas empresas de Fuerza de Ventas creen que el telemarketing es el mejor modo de vender, considerando que tiene el término medio entre alcance y trato personalizado. No obstante, para maximizar los resultados de las campañas de telemarketing hay que seguir unas indicaciones básicas:

  • Preparar de antemano lo que se va a decir. Conviene tener un guion que seguir en todas las llamadas. Hay que memorizar ese guion de modo que tras unas pocas repeticiones salga lo más natural posible y no parezca que se está leyendo o recitando de memoria.
  • Saber con quién queremos a hablar. Antes de llamar a una empresa para venderle algo conviene investigar muy brevemente a que se dedica la empresa y cuál puede ser la persona de contacto. Se atienden más llamadas si preguntas por una persona concreta (¿Puedo hablar con el Sr. ______?) que si no sabes con quien tienes que hablar (¿Podría pasarme con el responsable de la empresa?)
  • El tiempo es oro. Tanto el tiempo del comercial como el del cliente. No hay que meterse en preámbulos farragoso. Debe quedar claro lo antes posible quien eres y para que estás llamando.
  • Evitar llamar a ciertas horas. Nunca hay que llamar fuera del horario comercial. Y para llamar a algunos negocios hay que evitar las horas punta (por ejemplo, no llamar a un restaurante a la hora de comer)